En marzo de 2021, la marihuana dio un paso más para su legalización en México. En la Cámara de Diputados se aprobó la Ley Federal para la Regulación del Cannabis (en una sesión maratónica que nos dejó muy buenos memes, como aquellos que involucran a la priista Cynthia López, que subió a la tribuna con unos “churros” de orégano y dijo que comer un brownie de cannabis podía ocasionar un viaje de cuatro días) aunque con modificaciones al dictamen, que tendrá que pasar nuevamente por el senado antes de entrar en vigor.
De concluirse con su aprobación, este proceso legislativo, que ha durado unos dos años, convertiría a México en el tercer país en el continente americano en legalizar la cannabis, siguiendo los pasos de Canadá y Uruguay.
Si se aprueba esta ley, la Comisión Nacional contra las Adicciones (CONADIC) sería el órgano encargado de regular y supervisar todo. Y se permitirían la producción, siembra, cosecha y creación de asociaciones o clubes de consumo de cannabis.
Así, los mexicanos podríamos sembrar y cosechar nuestras plantas en casa para luego consumir sus derivados en espacios privados; por supuesto, todas estas actividades serán permitidas para los mayores de 18 años exclusivamente. Además también podremos portar hasta 28 gramos de la planta; claro que si portamos de 28 a 200 gramos, podríamos hacernos acreedores a una multa de $5,000 hasta $10,500. Y por portar más de 5.6 kilos, podríamos terminar en la cárcel por un periodo de 10 meses hasta siete años.
La iniciativa de legalizar la marihuana está basada en el libre desarrollo de la personalidad, la salud pública y el respeto a los derechos humanos. Así se legalizarían tanto los usos medicinales como los lúdicos o recreativos. Es importante subrayar que esta ley, que no ha estado exenta de polémicas, todavía no entra en vigor. Pero en lo que en asunto se resuelve en la Cámara de Senadores, esta situación ha permitido que siga la conversación sobre el consumo y la cultura del cannabis.
Así que, stoners de closet y voceros convencidos, pásenle y conozcan a estos valientes que han llevado la cannabis a la cocina para hacer alarde de su creatividad y para desestigmatizar el consumo. Y mientras leen, sepan que nosotros les recomendamos el consumo responsable, porque, como dice Bill Murray, “lo más peligroso de la marihuana es que te encuentren con ella” (aunque tal vez eso, pronto, no ocurra más en México).
Lo que debes saber antes de comer cannabis
Antes de que le entres a los comestibles cannábicos, te vamos a dar un par de recomendaciones, para que tu experiencia sea como tú quieres que sea: placentera.
Dosis
Es importante que sepas cómo está dosificado tu comestible. En países en donde hay regulación al respecto, la dosis máxima es de 10mg. En México no tenemos esas normativas todavía, por eso es importante que siempre preguntes a tu proveedor cuántos miligramos tiene tu producto. Si es una dosis alta, cómete solo un pedazo. Si vas a consumir por primera vez, no le apuestes a dosis muy altas, mejor pide las más bajas y ve cómo te sientes.
Sé paciente
Recuerda que, con comestibles cannábicos, todo depende de tu digestión y tu metabolismo. Es común que, luego de consumir algo, tardemos un rato en sentir los efectos. En este momento debes de ser paciente y esperar; puede ser que sientas que necesitas comer un poco más, pero si no esperas el tiempo suficiente, y sigues comiendo para lograr el efecto que deseas, hay probabilidades muy altasa de tener un mal viaje.
Si te excedes
El consumo en exceso, invariablemente, ocasiona malas experiencias. Si te da «la pálida» sentirás paranoia, ansiedad, dolor de cabeza y, en algunos casos, vómito. Si te pasa, lo primero que debes de tener en mente es que lo que estás sintiendo se debe a un exceso de cannabis y que eventualmente pasará, es decir, racionaliza el malestar. También sirve tomar jugos de frutas pero, sobre todo, dormir. Claro que para evitar la pálida, lo mejor es el consumo responsable.
Beneficios de comer cannabis
Duración del efecto
Cuando el cannabis se fuma, el pico del efecto se deja sentir entre 30 minutos y una hora más tarde. Los resultados después de comerla dependen de variables como el metabolismo y la digestión; es una experiencia individual y más difícil de predecir. El pico puede sentirse desde una hasta cuatro horas después, y el efecto es mucho más prolongado. Puede durar hasta seis horas, con altas y bajas en la intensidad -¡pero no cuatro días, diputada!-. Por lo tanto, y al ser un efecto más duradero, también rinde más la planta.
No hay combustión
Al fumar cannabis –al igual que al fumar tabaco-, estamos haciendo una combustión: tu encendedor llevará la marihuana a una temperatura de unos 315°C aproximadamente; esto no solo elimina algunos cannabioides y terpenos, sino que también se convierte en el humo que inhalas; en ese sentido, y hablando exclusivamente de la inhalación de humo, fumar cannabis no es muy diferente a fumar tabaco. Al comer cannabis, te ahorras toda la parte de la combustión, y tienes todos los efectos.
El cannabis sí aporta sabor
Al cocinar, usa la planta como un ingrediente más. Las mantequillas o aceites infusionados con cannabis sí tienen un sabor diferente; salte de lo tradicional como los brownies y galletas y prueba hacer aderezos para ensaladas, saltear verduras, hacer salsas para pastas o hacer tus propias conservas. Es cierto que la razón principal para cocinar con cannabis es disfrutar de los efectos, pero ese motivo no es necesariamente el único.
Nota de Andrea Vázquez TimeOut México
